Un intenso debate se llevó a cabo en marzo pasado al interior del
gobierno de Estados Unidos. ¿El motivo? Llevar a cabo una serie de
ciberataques destinados a causar el mayor daño posible en la
infraestructura defensiva de Libia, con miras a desactivar sus sistemas
de defensa aérea antes de que se iniciaran los ataques de la OTAN.
Hasta el momento se desconocen mayores detalles respecto a cómo se
materializaría este ciberataque, pero algunas fuentes conocedoras del
tema reconocieron que uno de sus objetivos era vulnerar la red
informática utilizada al interior del ejército libio y boicotear sus
comunicaciones.
Al parecer la iniciativa impulsada por algunos personeros de gobierno
se vió enfrentada a la posibilidad de que fuera utilizada como un
precedente por otras naciones (en especial China y Rusia). De igual
manera, entre quienes participaron de las tratativas existía la duda
sobre si era posible llevar a cabo este tipo de ataques sin informar
previamente al Congreso.
En definitiva tal vez nunca sepamos si efectivamente Estados Unidos
materializó su ciberataque contra Libia, pero el sólo hecho de que que
se haya convertido en un tema de discusión ya es preocupante.