Ni sus constantes fallos de seguridad, ni su constatación de ser una aplicación insegura, ni tampoco el crecimiento de rivales. AunqueWhatsApp ha visto las orejas al lobo este 2013, nada ha provocado que se baje del pedestal donde se encuentra. Sus últimos datos de usuarios así lo certifican.
La compañía, que tiene unos 50 empleados, la mayoría ingenieros, ha desvelado en su blog corporativo que su popular servicio de mensajería instantánea ha alcanzado 400 millones de usuarios activos mensuales, con 100 millones de usuarios activos incluidos en los últimos cuatro meses.
«Hemos llegado hasta este punto sin tener que gastar un dólar en anuncios o grandes campañas de marketing. Estamos aquí porque las personas comparten sus historias en WhatsApp con compañeros de trabajo, amigos y seres queridos», ha escrito Jan Koum, fundador de la compañía.
WhatsApp ha comenzado a utilizarse en diversos ambientes profesionales a modo de herramienta idónea para, entre otras cosas, trabajar en labores de salvamentos. La compañía ha puesto de ejemplos el uso que le dan ONG que prestan ayuda en países como Uganda o India, donde la utilizan para enviar partes médicos y ahorrar así en tiempo y dinero.
La mensajería instantánea también ha servido para salvar a personas en la sierra madrileña, como publicaba este diario en enero. «Nuestro objetivo cuando se creó WhatsApp era capacitar a las personas a través de la tecnología y la comunicación, sin importar quiénes son o dónde viven. Queríamos mejorar la vida de la gente de alguna manera», relata.