En un primer momento el aparato no tripulado fue diseñado por periodistas locales, pero algunos profesores decidieron usarlo en las clases para 'cazar' a los estudiantes que copian durante los exámenes, explica Tom Rumes, uno de esos profesores. Según Rumes, aún es muy temprano para saber si este sofisticado aparato puede utilizarse 'en serie', ya que todavía tiene desperfectos.
Entre los principales problemas técnicos que quedan por solucionar, Rumes precisa que el aparato no puede mantenerse en el aire más de 15 minutos sin recargar la batería, lo que dificulta su funcionamiento en los exámenes, que pueden durar horas.
Otro problema está vinculado con el ruido causado por el 'drone'. "Hemos trabajado para hacerlo más silencioso", explica Rumes. "Además, durante su vuelo se crea una onda de aire fuerte que hace volar lápices y papeles por todas partes", señala.
Pese a todo, los autores del pequeño aparato no tripulado creen que su invención espera un futuro muy prometedor en el área educativa.