Subir imágenes
pornográficas de una ex sin su consentimiento se castigará con encarcelamiento
en Israel después de que el Parlamento haya aprobado una enmienda a la ley
sobre el acoso sexual.
La medida está destinada a acabar con la creciente práctica de obtener
venganza mediante la colocación de fotos y vídeos pornográficos de
exparejas en Internet.
Desde ahora las personas afectadas por estos actos serán
consideradas víctimas de abuso sexual, lo que supone penas de hasta cinco años
de prisión para los responsables de esos actos.
La legisladora Yifat Kariv ideó esta enmienda el año pasado después de que un
hombre colocara una grabación de su expareja en el programa de mensajería móvil
WhatsApp, que posteriormente sería compartida por decenas de miles de personas.
Kariv, citada por 'The Times of Israel'
calificó la ley de paso decisivo contra el "impactante fenómeno de la
violación virtual" así como "gran logro en nombre de las víctimas de
delitos sexuales".
La diputada señaló que colgar materiales sexualmente explícitos "puede
arruinar la vida de personas y mujeres jóvenes y provocar inclinaciones
suicidas" en las víctimas.
Este tipo de venganzas pornográficas ya han causado tragedias en varios
países.
En el estado norteamericano de Nueva Jersey un estudiante de la Universidad de
Rutgers fue juzgado por compartir el vídeo de su compañero de cuarto
practicando el sexo, después de lo cual este último se suicidó.
En California se prohíbe compartir tales materiales "con el intento de
causar angustia emocional grave". Francia considera ilegal que se
compartan imágenes de personas en lugares privados sin su consentimiento.
Canadá también está elaborando leyes para penalizar tales prácticas y
permitir la eliminación de 'pornografía de la venganza' en la Red.