Si incluimos gastos de recogida, transporte, almacenamiento,
promoción y gestión, la operación sale por unos cuatro
céntimos de euro. En España, 20 millones de aparatos son
desechados cada año, y la mayoría acaba en la basura. Supone un desperdicio
considerable, pues, según la iniciativa Tragamóvil, que cuenta con más de mil
puntos de recogida en nuestro país, el 90% de los componentes son
reaprovechables.
Una vez retirados los materiales nocivos para el medio ambiente, pueden recuperarse el plástico, el vidrio, la fibra de vidrio y metales como el hierro, el cobre e incluso el oro. La empresa alemana de reciclaje Remondis ha calculado que cada celular incluye por término medio 23 miligramos del dorado metal.