Préstamo de 'tecnodólares' de Apple a EEUU

 
A día de hoy, el escenario es radicalmente diferente. La marca de la manzana ha desbancado en términos de valor y reputación a Microsoft, la misma que avaló el regreso de Jobs como patrono con una inversión de 150 millones de dólares, una decisión del mismo Bill Gates. 
 
Su línea de dispositivos cosecha un éxito sin parangón. Si fuese una gallina, probablemente pondría huevos de oro o incluso, de Fabergé.
El poder económico de la compañía está fuera de toda duda. Parte de ellos han configurado una amplía cartera de inversiones, entre las que se incluye, por ejemplo, la deuda soberana del Gobierno de los Estados Unidos. Esta semana se conoció que Apple aumentó los fondos que destinaba a la compra de bonos del Tesoro de EEUU y de otras administraciones federales, un 18%. El montante asciende a un total de 20.800 millones de dólares (14.648 millones de euros). Además, la compañía también ha aumentado, hasta duplicar, la cantidad que destina a la inversión en deuda soberana extrajera hasta 6.144 millones de dólares (4.325 millones de euros). 
 
El dato ha trascendido tan solo unos días después de que Standard & Poor´s anunciase su decisión de rebajar la calificación de Estados Unidos, quitándole por primera vez en 71 años de historia, la máxima nota. Sin embargo, el gesto destaca más por la curiosidad que por la relevancia. Primero, porque el riesgo que entrañan los bonos de Estados Unidos se presupone ínfimo. Segundo, por es más que habitual que ciertas empresas, incluso a petición del Tesoro, adquieran títulos de tesorería de la institución que les asegura una rentabilidad fija en un determinado periodo de tiempo. 
 
Por encima de los petródolares
 
Mientras las empresas que conforman los índices de medio mundo sufrían auténticos mareos, sudores fríos y vértigos producto de las turbulencias económicas que hundieron las bolsas europeas y norteamericanas, Apple se mantenía ajeno a todo. Su ‘bioritmo’ financiero solo se vio alterado por la buena noticia de superar por primera ocasión a la petrolera ExxonMobil en términos de capitalización bursátil, convirtiéndose en la compañía más valiosa del mundo durante unos minutos. Esta victoria de los ‘tecnodólares’ ante los ‘petrodólares’ se vio impulsada por las malas previsiones en la demanda de crudo debida a la maltrecha situación mundial.
 
El valor de Apple se situó en 345.805 millones de dólares (242.655 millones euros), por los 331.000 millones de dólares (232.349 millones de euros) de Exxon Mobil. Al cierre, esta última volvía a recuperar la primera plaza. 
 
Esto viene a poner el punto más alto en una carrera que comenzó en el 97, cuando Jobs regresó a la compañía tras doce largas temporadas inmerso en otros barcos como el de la productora Pixar. Si ahora cada participación de la compañía cuesta 440 dólares, en aquel entonces cada acción tenía un famélico precio de 5,50 dólares. 
 
Un detalle que hizo que varias personalidades afirmasen que lo mejor que se podía hacer en ese momento era echar la persiana de la empresa. Y algo que nunca haría presagiar que llegaría el día en el que la tecnológica, tendría más efectivo, incluso que el Gobierno de Estados Unidos. Y es que varios medios estadounidenses se hicieron en eco, en plena refriega política por el aumento del techo de gasto, que el disponible en las cuentas de la Administración Obama ascendía hasta los 73.800 millones de dólares mientras que la tecnológica contaba con un saldo de 76.200 millones. Una anécdota que se esfumó cuando demócratas y republicanos alcanzaron el acuerdo sobre el límite de la deuda. 
 
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