Tenía más de medio millón de seguidores en la red social
Instagram, en la que las fotografías en las que mostraba su envidiable estilo
de vida contaban con miles de "me gusta".
Ahora O'Neill, en un emotivo video que ha colgado
internet, ha reconocido que todo lo que se veía en esas imágenes era "una
mentira".
En la grabación la joven, que ha eliminado de su perfil
de Instagram cerca de 2.000 fotografías "que no tenían otro objetivo que
la autopromoción", denuncia entre lágrimas los "dañinos" ideales que se imponen en las redes sociales.