Entre hackers, expertos de tecnología y programadores
se está desarrollando una economía virtual cuya moneda no existe en
metal ni papel, no tiene regulación ni banco central y más bien se
compone de dígitos.
Es una nueva divisa, aún en etapa experimental,
pero con la que ya se realizan transacciones comerciales, procesos de
compra y venta de bienes y servicios, así como transferencias
internacionales.
Se llama Bitcoin y para quienes la desarrollan y promueven es la
divisa del futuro, la que mejor responde al adelanto tecnológico y, de
paso, la que puede eliminar la intermediación de bancos y gobiernos.
¿Cómo funciona?
Qué son
Las bitcoins fueron creadas por
expertos en computación, hace dos años, como una moneda ajena a
controles gubernamentales o de bancos centrales.
Existen alrededor 6,5 millones de bitcoins en circulación.
Existen alrededor 6,5 millones de bitcoins en circulación.
Amir Taaki, cofundador de Bitcoin Consultancy, explicó en entrevista
con BBC Mundo que para comprar bitcoins "es necesario buscar a alguien
que los tenga, como cuando se va a buscar a alguien que tenga euros, y
hacer el intercambio con tus dólares o la moneda que tengas".
Otra vía es "ir a una empresa establecida como
plataforma para la gente que hace estos intercambios, como Tradehill,
Bitcoin7, o Britcoin". Estos sitios, explicó Taaki, operan como
ventanilla de intercambio divisas.
Las transacciones son de uno a uno y cada parte
tiene una "billetera virtual" desde la que puede enviar bitcoins o
recibirlos y, si quiere, cambiarlos a dólares u otra divisa.
Tecnología "subversiva"
Dado que se trata de una "divisa virtual" que
existe sólo en dígitos y no en papel, estos intercambios o
transferencias sólo se pueden realizar en una computadora.
El sistema funciona a través de una gran base de datos descentralizada, en la que cada transacción es verificada.
"La base de datos registra la historia de todos los flujos de dinero que se realizan desde el mismo origen de los bitcoins".
Así se evita la necesidad de una autoridad central que controle la propiedad de contratos.
Según Taaki se trata de una tecnología
subversiva, de código abierto, "que se sitúa en la misma tradición
libertaria" del protocolo BitTorrent, para intercambio descentralizado
de archivos digitales de gran tamaño, o del sitio de filtraciones de
documentos clasificados WikiLeaks.
Bitcoins es la respuesta a la necesidad de crear
"un sistema monetario no basado en leyes o reglas, sino en matemáticas y
criptografía, que no necesita de ninguna autoridad para ser
establecido", señala Taaki.
"¿Por qué depositar toda nuestra confianza en
los bancos?", cuestiona el programador. "Ellos nos piden todos nuestros
detalles y sólo falta que nos saquen una muestra de sangre. Es mejor
confiar en un código matemático encriptado, con un diseño elegante y que
no pide almacenar nuestra identidad".
Aunque todas las transacciones se guardan en la
base de datos de bitcoins como forma de verificación, explica Taaki, los
individuos mantienen el anonimato. "Lo que se registra es el
intercambio -para evitar fraudes y doble uso- no quién hizo la
transacción".
La ventaja del anonimato y la aparente solidez
criptográfica del sistema ha hecho que en pocos meses se expanda el
número de usuarios y sitios de intercambio y promoción de esta divisa.
Los gobiernos y los medios de comunicación empiezan a prestar atención a
esta economía, pese que sigue estando restringida a gente hábil con las
computadoras.
Esta es su principal limitante: el nivel técnico que se necesita para usar los bitcoins.
Expedir, comprar o vender un bitcoin es una
tarea muy ardua y difícil, toma tiempo y, actualmente sólo un experto en
operaciones y cálculos computacionales es capaz de usar el sistema.
"La energía para producir un solo bitcoin es tan
vasta que hay programadores que crean sistemas especiales de
refrigeración para sus computadoras o incluso llegan a establecer
granjas completas de computadoras para realizar esas operaciones", dice
Taaki.
Con ambición global
Es aún un experimento de hackers y programadores, pero tiene ambiciones globales.
Taaki, cuya consultoría tiene sede en Londres,
asegura que la comunidad de expertos en bitcoins basada en el Reino
Unido, tiene como meta crear un sistema amigable para el usuario común,
fortalecer la seguridad de los programas, impulsar la regulación de la
divisa y empezar a educar al público sobre la naturaleza y
potencialidades de esta divisa.
"Somos los únicos que estamos impulsando la
regulación. Tenemos abogados, expertos bancarios y estamos hablando con
las autoridades financieras de este país. Tenemos que preparar el
terreno para darle base legal a este sistema".
"Los bitcoins no se crearon para facilitarle la vida al mercado negro
o al mercado ilegal de drogas, como algunos señalan, sino para
facilitar a los ciudadanos las transferencias de dinero rápidas y sin
costo".
En el lado opuesto del argumento se ubica Tim
Leunig, profesor de Historia Económica de la London School of Economics
(LSE), quien no vacila en señalar que estas monedas virtuales
esencialmente "no tienen ningún sentido".
"Tenemos divisas perfectamente adecuadas, que conocemos y entendemos y funcionan como depósitos de valor.
"Por tanto, realmente no necesitamos una divisa
que no está adecuadamente respaldada por el gobierno, que no es
ampliamente aceptada y que no tiene muchas de las características de un
dinero real", dijo en entrevista con BBC Mundo.
Moneda en el aire
De acuerdo con el experto, el hecho de que en la
era de internet los sistemas de manejo de dinero sigan recurriendo a
métodos que se remontan a tiempos medievales -como el uso de metal, de
monedas físicas, de oro- no los hace necesariamente malos.
"Aún vivimos en casas hechas de ladrillo y
funcionan muy bien. Podríamos usar plástico de alta tecnología para
hacer nuestras casas, pero no lo hacemos porque el ladrillo funciona
bastante bien.
"Admito que hay cosas que cambian, como los
lectores digitales de libros, usamos coches y aviones y no caballos o
botas. Algunas veces la tecnología cambia nuestras vidas, pero no
siempre", afirma.
Leunig no cree que las divisas virtuales como
bitcoins vayan a cambiar algo, porque, afirma, "todas las divisas
reales son también ya virtuales".
"Puedo transferir dinero a cualquier lado del
mundo, ahora hago transacciones bancarias en internet en cuestión de
minutos. Puedo donar US$10 a una organización de caridad a través de mi
celular sólo con enviar un mensaje de texto y de mi cuenta salen US$10.
"Si el sistema de bitcoins planea un futuro más seguro y sólido, ¿qué me ofrece que no me ofrezca ya mi banco de la esquina?".
El experto insiste en que "para la mayoría de nosotros", las instituciones financieras son una cosa útil, más que un problema.
"Pongo mi dinero en el banco y el banco no lo pierde. Saco mi dinero del banco y el banco me lo da".
"Admito que los bancos son aún torpes con las
transferencias internacionales, pero eso va a cambiar y, en algún
momento van a dejar de cobrar de manera exagerada a la gente que envía
dinero a nivel internacional. De hecho empieza ya a bajar el precio,
pero aún falta mucho, lo admito".
Aunque los promotores de bitcoins piensan que
esa divisa virtual podría ser de beneficio para los mismos bancos como
medio para abaratar las transferencias internacionales, el analista
Leunig mantiene su escepticismo y señala que esas "supuestas divisas"
van ser víctimas de su propio éxito.
"Un día tendrán que cubrir sus gastos de
personal, energía, seguridad y de pago de impuestos. No creo que si
quieren pervivir se mantengan como instancias meramente altruistas".
Colapso
El valor de los bitcoins colapsó en
algunos mercados cuando hackers irrumpieron en MT.GOX uno de los sitios
que administran las transacciones con esta divisa virtual.
Su valor, según ilustra la gráfica, cayó en unas horas de alrededor US$17 a casi cero, después de que los atacantes virtuales inundaran el mercado con dinero digital.
El ataque afectó sobre todo a los que usaban MT.GOX para transacciones. Según fuentes consultadas por BBC Mundo, otros programadores de bitcoins le habían advertido al sitio varias veces que tenía problemas de seguridad.
fuente. BBC
Su valor, según ilustra la gráfica, cayó en unas horas de alrededor US$17 a casi cero, después de que los atacantes virtuales inundaran el mercado con dinero digital.
El ataque afectó sobre todo a los que usaban MT.GOX para transacciones. Según fuentes consultadas por BBC Mundo, otros programadores de bitcoins le habían advertido al sitio varias veces que tenía problemas de seguridad.
fuente. BBC